Hoy entrevistamos a Maestra de Pueblo (@maestradepueblo ), conocida en las redes por su humor ácido sobre el mundo educativo.
Mantenida en el anonimato, en muy poco tiempo ha adquirido gran repercusión gracias a su ironía y desparpajo. Tanto es así que recientemente acaba de sacar su segundo libro «Maestra de pueblo. Estado Civil: opositora», tras el éxito de «Maestra de pueblo con L de novata«.
¿Quién se esconde detrás de este perfil? Todo una incógnita.
Pregunta.Es conocida en las redes como “Maestra de Pueblo” pero, ¿eres realmente una maestra?
Me habéis pillado, en realidad soy un fontanero de Albacete y creé este personaje para echarme unas risas.
«Soy un fontanero de Albacete y creé este personaje para echarme unas risas»
P. Se mantiene en el estricto anonimato, ¿por qué lo hace?
Me resulta más cómodo. La cuenta ha crecido muy rápido en un par de años y la repercusión que tiene es muy grande. Seguir en el anonimato me permite que sólo sea Maestra de Pueblo cuando entro en internet, el resto de tiempo soy igual que el resto de docentes y eso me da más tranquilidad.
P. Entiendo que así las críticas se toleran mejor o, ¿también tiene haters?
R. No me puedo quejar de tener haters. De vez en cuando alguien no opina de la misma forma que yo pero igual que pasa en la vida real. Desde que creé Maestra de Pueblo ha recibido más satisfacciones que desencantos y eso es uno de los motivos que me hacen seguir.
P. – El humor es uno de sus fuertes, ¿crees que la risa nos puede ayudar a reflexionar sobre educación?
La risa es un arma muy poderosa, a mí me ayuda a para reflexionar sobre cosas serias en un meme o en un tweet y también para reírnos de nosotros mismos, de lo que hacemos y cómo lo hacemos.
Como dice mi madre “Se cazan más moscas con miel que con vinagre”.
«La risa es un arma muy poderosa, a mí me ayuda a para reflexionar sobre cosas serias»
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P. – Siguiendo con la pregunta anterior, ¿qué metodología te da realmente la risa?
R. Más que alguna en concreto me dan más risa los fanáticos de cualquier metodología que hacen de ella una especie de religión y que son intransigentes con los que la critican. Al final se convierten en docentes igual de cerrados que aquellos a los que quieren cambiar.
«Me dan más risa los fanáticos de cualquier metodología que hacen de ella una especie de religión»
P. – Por último, con respecto al futuro, ¿podría augurar cómo será la educación el día de mañana con las tecnologías digitales?
R. La educación y la tecnología tienen que ir de la mano porque ya no se concibe una sociedad sin tecnología. Todos los que están leyendo esto tienen un móvil en el bolsillo, una ventana abierta al mundo al alcance de su mano y la escuela no puede ser ajena a eso.
Ahora bien, para eso necesitamos recursos, medidas para avanzar al mismo ritmo de la sociedad, pretender que la escuela se suba al carro de la tecnología con ordenadores de hace 15 años es complicado.