Hoy entrevistamos a Anna, la educadora social que se encuentra tras su perfil de @creaduca. En él acumula decenas de miles de seguidores que comentan y comparten sus recursos a diario.
Feminista declarada, mantiene sus ideales en sus publicaciones sin tapujos. ¿Qué opina sobre el mundo educativo? ¿Cómo lleva la repercusión que tiene en la redes? ¿Cómo le gustaría que fuese le educación?
Estas y otras preguntas las podrás encontrar a continuación, donde Creaduca, Anna, nos brinda unos minutos.
P. Publicas contenido casi a diario en tu perfil de Instagram alcanzando una gran repercusión, ¿cómo empezó todo?
R. Creaduca empezó con la intensión de canalizar todo lo que iba creando. Tengo mucha intensidad, necesitaba canalizar todo lo que creaba y poderlo compartir. Yo buscaba recursos en la red y pensé que los trabajos que yo hacía también los podía compartir de forma gratuita.
A la vez me parecía importante demostrar que la educación social va atada a la educación y que podíamos cambiar muchas cosas. Nunca pensé que llegaría donde ha llegado. Mi principal objetivo era demostrar que jugando podíamos aprenderlo todo y que había maneras de cambiar este sistema de educación formal que tenemos. Está en nuestras manos.
P. ¿Qué ha sido lo que más te ha impresionado en este tiempo?
R. En las redes lo que más me ha impresionado es ver que hay mucha gente con ganas de cambiar las cosas, de cambiar el sistema educativo en el que vivimos.
Además, creen en la educación emocional, en el respeto, en los ritmos de cada persona, en la diferencia como algo bonito y enriquecedor. Para mí esto ha sido lo más grande. Estaba muy decepcionada con el mundo docente, aunque yo no lo soy, y realmente me han hecho ver otra cara que brilla con luz propia sin ningún tipo de duda.
«Es nuestra tarea llevar a las calles esta burbuja donde se está creando esta revolución social y educativa tan bonita.»
P. Casi 50.000 seguidores, ¿Instagram es una pequeña burbuja o cada vez hay más docentes?
R. En Instagram cada vez hay más docentes y personas del mundo educativo en general. Aun así, siguen siendo una burbuja. 50.000 seguidores para mí es una auténtica locura, les agradezco cada día que me levanto todo lo que me hacen vivir y lo bonito que es compartir con ellos.
No es la realidad que vivimos en las aulas, en los centros educativos o en los centros sociales. Todavía no es la realidad. Pero es nuestra tarea llevar a las calles esta burbuja donde se está creando esta revolución social y educativa tan bonita.
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P. Tal vez se puede pensar que esta red rompe con la tendencia a compartir recursos y convertirse más en un muestrario, incluso puede tacharse de “postureo” frente a otras redes. ¿Esto es así?
R. Creo que Instagram es una red para mostrar, pero el mundo educativo ha sabido darle la vuelta. Con una sola fotografía y un texto hemos sabido explicar un recurso y matizar cómo adaptarlo a tu aula o cómo gestionar una emoción concreta en tu aula o en tu espacio socio educativo. Además, muchas de nosotras también lo enlazamos a nuestros blogs.
Aunque es una red donde hay mucho postureo, en el mundo educativo también, no nos vamos a engañar. En general le hemos sabido dar una nueva vida que está generando grandes cambios.
«Tenemos que perder el miedo, educar a ciudadanos libres con espíritu crítico y con ganas de cambiar el mundo.»
P. Te defines como feminista, ¿te ha supuesto algún problema?
R. Soy feminista, el feminismo para mí es una manera de vivir. Es una línea de educar en valores que nadie debería traspasar. Me ha traído problemas porque en las redes no todo el mundo se posiciona. Cuando abrí el perfil sabía que había líneas rojas que no había que traspasar. Me considero una mujer feminista, antifascista, antirracista. Y son valores que voy a defender y que inculco todos los días con las personas que trabajo.
He tenido problemas y los seguiré teniendo. Pero esto es bueno, porque la gente me escucha, al igual no le gusta lo que le digo, pero podemos tener debate. Pero la gente que me falta el respeto y no le interesa, esa gente sí que va fuera de mi cuenta.
Creo que Instagram, donde se valora tanto la belleza, el cuerpo de la mujer, la publicidad, … está muy bien que tanto hombres como mujeres empecemos a abanderar luchas como el feminismo y que no nos dé miedo a salir en las redes con tantos seguidores a decir lo que pensamos. Al final estamos educando y tenemos una responsabilidad enorme.
P. ¿Crees que la educación necesita implicarse más en “lo político” del ser humano?
R. No tengo ninguna duda. Tenemos muchos miedos. Hay muchas barreras y muchos muros impidiendo crecer a modo personal. Al final lo académico tapa lo emocional. Y hay que perder el miedo. Tenemos que inculcar valores en este sentido, perder el miedo, educar a ciudadanos libres con espíritu crítico y con ganas de cambiar el mundo. La educación necesita un poco de huracán para llegar a estos puntos.
P. Soñando, ¿cómo te gustaría que fuese la educación en un futuro cercano?
R. Libre. Si la educación fuese libre de verdad todo fluiría. Libre, real, crítica, con respeto, con mucho amor, con muchos sueños, bonita, de todos, de todas, sin prejuicios, sin estereotipos, pero todo debajo del paraguas de la libertad. Y feminista, por supuesto.