Sabemos que para muchos docentes su gran sueño es alcanzar una plaza como funcionario tras aprobar sus oposiciones. Para saber cómo conseguirlo contamos con la experiencia de Miguel Ángel Caballero Lopez @teachermigue, quien ha publicado un libro explicando su trayectoria.

Su testimonio ayudará a todos los que cada año se preparan, durante mucho tiempo, estas pruebas. Un camino que, por lo general, a pesar de contar ya con una amplia trayectoria y muchos testimonios, suele convertirse en una tarea muy dura que lleva a demasiados a querer tirar la toalla.

Miguel Ángel , docente en Primaria, cree que lo más duro es tener que renunciar a ciertas cosas. Señala como «los seres humanos tenemos una premisa motivacional fundamental: buscamos el placer y evitamos el dolor.» Este no es justo el camino que seguimos cuando nos embarcamos en el proyecto de unas oposiciones. En este caso «durante gran parte del tiempo, consiste en huir del placer, y acercarse al dolor.»

Por otro lado, entendemos que es sabido que hay que buscar tiempo extra para lograr esta meta. Esto nos lleva a dejar a un lado muchos planes de ocio, a pasar menos tiempo con las amistades o, incluso, a no encontrar el tiempo necesario para estar con tu familia. «Es uno de los aspectos que considero más duros cuando se oposita al 100%.»

Aun así, la gente sigue y sigue intentándolo y son muchos los que no logran la plaza en su primer intento. Otros tantos que no llegan ni a un apto. ¿Qué hacemos en estos casos? El nivel de frustración ante el tiempo invertido puede pasarnos factura.

Para afrontar un intento fallido, Miguel Ángel nos recomienda desconectar. «El desgaste que se genera es brutal, hay que recuperar el aliento. Luego, es imprescindible analizar los resultados de la forma más objetiva posible y ver qué se puede hacer mejor. » La clave es evitar a toda costa sumergirse en la «espiral de negatividad.»

Nos motiva a seguir intentándolo y no rendirnos. Al fin y al cabo, nuestra meta sigue estando ahí y no debemos perder ni «gastar mucha energía en cosas que no se pueden cambiar. Castigarse nunca es positivo, tampoco suma absolutamente nada. Suspender una oposición solo es un desvío en el camino. «

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Uno de los puntos que tenemos que seguir y que nos debe servir como guía es fijarnos en aquellos que ya lo han conseguido. No hay que compararse, pero sí seguir sus consejos. «Un opositor debe ser una esponja.Por último, hay que trazar un plan. De nada sirve un análisis si luego no se trazan unos objetivos de mejora claros, con una buena planificación, mucha actitud, y por supuesto, con el ingrediente crucial; la pasión.»

A pesar de ello, los años de estudiante pasan y toca ponerse a trabajar. No es tan común ver alguien dedicado cien por cien a unas oposiciones. La tarea de compaginar las oposiciones con el día a día laboral se puede convertir en tortuosa. Miguel Ángel se sacó así su plaza al igual que muchos conocidos suyos. «Al final, todo depende de llevar a cabo una buena gestión del tiempo, realizar esfuerzos inteligentes y sistematizar el trabajo al máximo.» 

Por último, le preguntamos sobre si considera o no justo el sistema actual de oposiciones. Es muy común escuchar quejas al respecto. Él no evade la misma y entiende lo compleja de esta situación. «No sabría decir si se podría diseñar un sistema que fuera 100% justo, si tuviera que mojarme; diría que no. Lo que sí está claro es que se podría implantar un sistema más justo que el actual, eso es indudable.»

A pesar de ello y, afrontando que por ahora no va a cambiar, nos anima a seguir intentándolo. «Para conseguirlo, considero que hay que centrar los esfuerzos en las variables que se pueden «trabajar» y evitar gastar energía en todo lo demás. Sin duda, la actitud, es la variable más importante que se puede controlar y en la que más debería trabajar cualquier opositor.»