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César Bona: «Habría que pensar qué entendemos por éxito»

Entrevistamos al gran César Bona gracias a la publicación de su nuevo libro «Derechos y deberes de la infancia.» Este maestro nacido en Zaragoza ha recorrido el mundo en los últimos años para conocer las distintas realidades de los niños y niñas.

En una charla tranquila y sincera, se descubre que es una de esas personas que miran fijamente a los ojos cuando te hablan, que miden sus palabras en una reflexión constante y que transmiten paz.

Hablamos de su libro, de su trayectoria profesional, sobre sus críticos, siempre con la educación de fondo. Nos encontramos en una charla sobre los niños y niñas a los que da voz en su obra, sobre si la escuela puede ser impermeable a los problemas sociales, sobre el éxito, sobre el racismo…

Te dejamos con la entrevista a César Bona:

P. ¿La escuela puede ser impermeable a los problemas sociales?

César Bona. Familia, escuela, sociedad y vida son entes indisolubles. No puedes hablar de uno de ellos dejando al otro fuera. Hay gente que piensa que la escuela es el reflejo de la sociedad. Pero hay muchísima gente, sobre todo docentes, que pensamos que la escuela puede transformar la sociedad para bien. Aportando muchas cosas interesantes.

P. Y, en esa transformación, ¿cuáles son las limitaciones a las que pueden enfrentarse los docentes?

César Bona. –Bueno, limitaciones hay muchas y dificultades también. Por eso es un reto ser docente, es todo menos fácil. Si partimos de lo básico, de lo que ocurre en el aula, podemos pensar en el currículo. Este es cada vez más largo y hace que no podamos escuchar más a los niños y niñas.

Como dificultades, una que sabemos todos, no porque sea recurrente es menos importante, pero cada vez que se cambia un gobierno se pretenden cambiar las leyes y esto afecta a los docentes, pero sobre todo a los niños y niñas.

P. Si nos centramos en su nuevo libro, “Derechos y deberes de la infancia”, recogemos el «Derecho a una nacionalidad» y vemos y apreciamos como cada vez hay más niños y niñas de distintas nacionalidades en las escuelas.  ¿Cómo se combate el racismo dentro de ellas?

R. Pues mira, hablamos de derechos y, precisamente me hizo ilusión hacer este libro respecto a los deberes. Es algo que corresponde a los adultos, también se puede educar para que conozcan los derechos y los deberes que van asociados.

Cuando hablamos de la sociedad en la que vivimos, tenemos que ser conscientes que hay gente de muchas culturas, de múltiples religiones, nacionalidades y claro, qué hace falta, recurro aquí otra vez al verbo escuchar. Estaría bien que tuviesen más tiempo en casa y en las escuelas para poder escuchar más a niños, niñas y adolescentes. Cuando uno conoce a otra persona deja de tener miedo a lo desconocido y cambia sus posibles prejuicios por una convivencia pacífica y respetuosa que es uno de los fines de la educación.

«Hablar de educación y no hablar de compromiso social o de respecto a la naturaleza, no tiene sentido»

P. ¿Políticamente, dentro del ámbito político, se trabaja al respecto esta idea?

R. Ojalá. De hecho, podemos ver casi diariamente el continúo mal ejemplo al no llegar a acuerdo, a las faltas de respecto. Todo eso también educa. No solo educan los docentes y las familias, ellos también educan.

Un detalle ha sido el debate electoral, en cuatro horas han hablado sobre educación cuarenta segundos. Desgraciadamente, deja de llamar la atención, pero por algo normal. Si en un debate electoral solo se habla de educación, con la importancia que tiene, cuarenta segundos, imagínate.


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P. Continuando con los derechos, se recoge “El derecho a vivir en un planeta sano”. ¿Deben estar los docentes realmente concienciados al respecto?

R. Cada vez estamos concienciados más, pero debemos estar convencidos todos los adultos. De hecho, a mí me gusta preguntar a la gente si ha hecho algo de compromiso social o con la naturaleza. Si uno mismo no lo ha hecho es muy difícil que convenza a un niño o niña para que ellos lo entiendan y vean la pasión que hay que poner. Ahí somos ejemplo para ellos también. Creo que es conveniente que invitemos a niños y adolescentes a que ellos sean los principales protagonistas de un cambio en el cuál nosotros tenemos que ser los primeros en creer. Para mí hablar de educación y no hablar de compromiso social o de respecto a la naturaleza es algo que no tiene sentido, hay una pata que falla.

P. A día de hoy, ¿falla o no falla?

R. Bueno, yo quiero ser positivo. Te podría decir que hay muchos ejemplos que se están dando en las escuelas y en las casas. Es necesario que esos ejemplos se conozcan.

«Amo estar en el aula, amo estar con los niños, me transforma»

P. Centrándonos en su trayectoria profesional, ¿en qué momento dejo el aula y decidió viajar para conocer otras realidades?

César Bona.- Llevo cuatro años de excedencia, sin parar. Puede parecer una paradoja, pero amo estar en el aula, amo estar con los niños, me transforma. Pero el hecho de salir me ha otorgado la oportunidad de conocer realidades y experiencias en el aula y fuera de ellas que jamás pensé en vivir.

Podríamos hablar de lo que se vive en la Cañada Real donde un conjunto de personas trabaja para que miles de chicos y chicas salgan adelante. Podríamos hablar también de las circunstancias que se viven en Ecuador o en México, dónde todavía ves niños y niñas trabajando. Esto lo ves en la televisión, pero muchas veces confundimos la realidad con la ficción. Uno aprende mucho cuando sales y escuchas, luego yo tengo la suerte de poder compartir.

«La escuela debe ser el lugar más parecido a estar como en casa»

P. Claro, pero sabes que hay mucha gente que piensa que se deja de ser maestro si sales del aula, ¿qué piensas de esas críticas?

R. Simplificar no nos lleva a ningún lado y simplificar la opinión menos. Ahora uno mismo piensa que una persona es de una determinada manera por un titular o por un tweet y esto, con el ritmo de vida que llevamos, nos lleva a opinar rápidamente sin contrastarlo. Es algo que me llama la atención.

Obviamente habrá críticas. A mí me hace feliz vivir lo que estoy viviendo y conocer tantísimas personas que pueden enseñarnos tanto.

P. Piensa que ha revalorizado la función docente…

R. No, pienso que la profesión docente la revalorizan cada día miles y miles de personas que están haciendo una tarea espectacular y tienen ganas de compartir lo que hacen.

P. Ya lo ha comentado, echa de menos el aula, pero sabe que no estar en ella se le echa mucho en cara…

R. Bueno, me lo pueden echar en cara. Pero imagínate un científico que puede vivir experiencias fuera de su laboratorio. Creces como científico, creces como persona y además compartes.

Para mí, las opiniones están geniales. Pero hay que criticar contrastando. No puedes hablar de un libro si no lo has leído, pues igual, no puedes hablar de una persona si no la conoces.

César Bona

«Cualquier persona que te encuentres en cualquier lugar puede enseñarte algo»

P. ¿Por qué no se pone en valor la divulgación?

R. Honestamente, no le doy importancia a esto. Sé que hay mucha gente que está haciendo muchas cosas. Podríamos fijarnos en lo negativo, pero prefiero fijarme en un montón de gente que hace cosas muy interesantes. También me fijo en la gente que me encuentro por la calle y pienso que me pueden enseñar multitud de cosas.

Cualquier persona que te encuentres en cualquier lugar puede enseñarte algo.

P. Ese es el deber que nos podrías a los adultos…

César Bona.- No podría deberes (risas). Pero sí invitaría a la reflexión, a que nos paremos un poco, a que recordemos la infancia y saber que eso lo podemos seguir llevándolo con nosotros. Debemos pensar que los adultos que educamos a niños y niñas debemos ser los primeros garantes de los derechos de la infancia.

Si avanzamos en la historia, durante los siglos, los niños han trabajado para salir de la pobreza. Ya Rosseau habló de la niñez y de la importancia de esta etapa, a la vez, miles de niños y niñas eran empleados en las minas o en la industria textil. ¿Te suena? El reto está en que cuando hablemos de derechos y deberes, pensemos que tenemos que garantizar que esto se cumplan.

P. Cuando se comenta esto, se suele ver como algo externo, pero citabas la Cañada Real….

R. Sí, a tan solo unos minutos del centro de Madrid. Hablaríamos horas sobre esto. No es en otros países. Que haya que decir “el derecho al juego” a día de hoy, evidentemente pensamos en otros países, pero también se puede aplicar aquí. Cuando decimos con nuestra visión adulto-céntrica «haz esto o aquello», provocamos niños estresados fruto de nuestros propios ritmos.

«Habría que pensar qué entendemos por éxito»

P. A relación a esto, en estos tiempos de pragmatismo y de éxito, ¿se realizan medidas efectivas contra el fracaso escolar?

R. Es que primero habría que pensar qué entendemos por éxito. Es muy relativo. Para algunas personas puede ser triunfar en su carrera, para otras es ir a comprar el pan sola. Para otras sentirse aceptando en el ámbito social. El éxito es relativo.

Debemos entender la escuela como el ente dador de herramientas. La escuela debe ser el lugar más parecido a estar como en casa. Ahí los niños y niñas están la mitad de su infancia.

P. No sé por qué siento que el proceso de transformación no va por ese camino…

R. Bueno, el proceso de transformación va lento. Queremos educar como fuimos educados. Todo el mundo opina qué jugador de fútbol debemos cambiar y todo el mundo opina igualmente sobre educación. También porque todos hemos pasado por ahí. Y los cambios son vistos con reticencias, pero pensemos algo, que todo evoluciona.

Tenemos a niños y niñas que están viviendo en un mundo en continuo cambio. Nosotros tenemos que pensar que no podemos exigir aquello que no podamos dar.

P. Decías que todo el mundo opina de educación, partiendo de la libertad de expresión, pero, ¿se debería dar más peso quizás a los agentes educativos principales?

R. Haciendo relación a la pregunta anterior, sobre los políticos, estaría bien que cuando deciden hacer algún cambio, pregunten a los principales agentes. Tienen que pensar que la educación es algo que quizás ellos no conocen. Hay que preguntar a los docentes, a las familias y a los niños y niñas que son los principales protagonistas y los grandes olvidados.

«Debemos entender la escuela como el ente dador de herramientas»

P. Por último, una medida fundamental para que se cumpla al menos uno de los “Derechos” que se plantea en el libro…

César Bona. Dedicar más tiempo y espacio en casa y en las escuelas para la reflexión. Entender que como todos somos diferentes, las diferencias enriquecen.

Si entendemos eso, habremos ganado bastante.

@yosoytuprofe_

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