Tenemos el placer de entrevistar a Alberto Bustos autor del conocido portal “Blog de Lengua” ( @blogdelengua). Este doctor en Humanidades es profesor titular de Didáctica de la Lengua en la Universidad de Extremadura. Al igual, lleva más de una década enseñando y compartiendo en la red sus conocimientos.
Bustos se mantiene como un hombre pausado y cercano. Como buen apasionado de la materia que imparte, pudimos hablar durante un largo rato sobre el asunto en una terraza de Madrid.
Les dejamos con la entrevista de Alberto Bustos:
P. Después de tantos años con un blog, ¿por qué abriste un canal de YouTube?
R. El canal de YouTube lo empecé a pensar sobre 2014, pero la edición de vídeo me resultaba compleja. Yo soy de texto. A mí lo que se me da bien es escribir y leer, pero me llamaba la atención ese medio y veía que había gente haciendo cosas muy interesantes. En aquella época sobre todo conocía canales en inglés, luego algunos en español y ya me empezó a picar el gusanillo.
Empecé unos años más tarde tras prepararme mucho el primer vídeo. Tardé en editarlo y el resultado no fue brillante. Poquito a poco fui viendo cómo adaptar mis contenidos a este formato.
P. ¿Cuál ha sido el feedback?
R. Lo que noto es que el vídeo tiene mucha fuerza. Yo estaba acostumbrado al texto, llevaba con el blog desde 2008 y desde que empecé a publicar los vídeos empecé a recibir muchísimas reacciones de la gente, muchos comentarios. Ten en cuenta que la conexión que tienen contigo es mucho más inmediata, te ven, te oyen y empatizan contigo muy rápido.
“Las redes sociales se parecen cada vez más a un jardín cerrado”
P. Entonces, ¿el blog está desapareciendo o se complementa?
R. Se complementan. Los contenidos que funcionan bien en vídeo no son necesariamente los que funcionan bien en texto y la forma tampoco es la misma.
P. Compartes en todas las redes sociales….
R. Sí, estoy en todas: Twitter, Facebook, YouTube, Instagram…
P. ¿Sientes que se fomentan los micro contenidos?
R. Siento que las redes acaban siendo cada vez más jardines cerrados. Intentan mantener al público dentro de sus límites, te quieren tener ahí entreteniendo a su público, si lo haces te dan cancha.
P. Por ejemplo Instagram.
R. Instagram es una de ellas, sí. Lo que quiere es que estés allí y si intentas compartir contenido externo ya no funciona tan bien. Antes era diferente, podías ganar tráfico con las redes, ahora ya no. Han cambiado las reglas.
P. ¿Esto no hace que se pierda el valor añadido? ¿No crea un consumo de contenidos que son volátiles?
R. Pues no lo sé, lo que creo es que se crean otro tipo de contenidos. Vengo de un mundo donde escribía artículos de 1.000 o 2.000 palabras. Luego me doy cuenta que la gente en Internet consume contenidos mucho más cortos y empiezo a adaptar los artículos. En Twitter me doy cuenta que compartir el contenido con un enlace no funciona muy bien. Después escribo pequeños mensajes y veo que funciona mejor. Luego me di cuenta que las imágenes con contenidos condensados funcionan estupendamente.
«El lenguaje de la enseñanza se está trasladando más al lenguaje de las redes sociales.»
P. Hay que acercar el lenguaje…
R. Sí, hay que adaptarlo, hay que acercarlo y adaptarlo en función del medio.
P. Y, ¿trasladado a la enseñanza?
R. El lenguaje de la enseñanza se está trasladando más al lenguaje de las redes sociales. Al final este es el lenguaje de la calle, del día a día. El formato clásico de la lección magistral no sé si algún día funcionó bien, pero hoy desde luego ha dejado de funcionar.
P. ¿Acercando el lenguaje no hace que corramos el riesgo de perder la comprensión de determinados textos?
Alberto Bustos. Estoy totalmente a favor de todo lo que sea fomentar la lectura, pero es un cambio más profundo. Nos enfrentamos a un cambio de paradigma. Más que ir a un nuevo tipo de cultura estamos volviendo a un tipo de cultura que ya existía. Durante siglos la cultura ha sido logocéntrica, ha estado centrada en la palabra. Ser una persona culta equivalía haber leído ciertos textos. Hoy estamos yendo a formas más diversas de manifestaciones culturales. Nos devuelven a cuando la cultura era audiovisual. A las formas de transmisión cultural anteriores a la alfabetización masiva de la población. La gente accedía a los textos gracias a alguien que se los contaba o se los leía directamente. Volvemos a ese tipo de cultura.
«Las generaciones actuales son las que más leen y escriben de la historia de la humanidad, lo que ocurre es que leen y escriben de otra forma.»
P. No hay riesgo de pensar que así leeremos menos…
R. Las generaciones actuales son las que más leen y escriben de la historia de la humanidad, lo que ocurre es que leen y escriben de otra forma. También nos encontramos con textos que se salen del paradigma del que estamos acostumbrados, el de la palabra escrita. Estamos acostumbrados a textos muy editados que se ajustan a un ideal cultural de lengua normativa.
Nos encontramos con textos que no han pasado un filtro de edición. Todo el mundo publica lo que quiere. Recuerda así a la nota que escribíamos y dejábamos sobre la mesa de la cocina.
P. La Lengua está viva…
Alberto Bustos. Está viva, es cambiante y lo que se entiende por expresiones escritas aceptables va cambiando a lo largo del tiempo…
P. ¿Esto cómo lo entiende un académico de la RAE?
R. Es que yo no sé si lo puede entender. Quizás me va a descabezar alguien, pero una de las características de la RAE es que está formada mayoritariamente por varones, heterosexuales, de clase media alta y de avanzada edad. No sé si ellos están en la mejor forma posible para entender los cambios que se producen en la sociedad contemporánea.
Se ve bastante bien en la cuenta de Twitter de la Academia. Desde que ha cambiado el director empieza a tener otra orientación, pero estaba empeñada con lanzar ciertas consignas y normas que chocaba con el público que se mueve en las redes. Me quito el sombrero con los trabajadores que hay actualmente detrás de la cuenta.
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P. ¿Es tan grave cometer faltas de ortografía?
R. Para mí sí lo es. Aunque yo creo que hay gente que está obsesionada con lo correcto, es hablar y escribir de forma adecuada. Yo no sé hasta qué punto es operativa esa opción de correcto. Yo esto se lo explico a mis alumnos como si van a una tienda de ropa y preguntan: ¿Está ropa es correcta? Pues depende de para qué. Porque el traje que te sirve para la boda de tu hermano te queda ridículo para ir al gimnasio. En la ropa no funcionamos con el criterio de si es correcto o no, funcionamos con el criterio de si es o no es adecuado.
«Más que ir a un nuevo tipo de cultura estamos volviendo a un tipo de cultura que ya existía»
P. ¿Dónde está el límite?
Alberto Bustos. Hay niveles, dominar la lengua es dominar niveles. Cuando tienes un dominio de todos los niveles eliges con cuál te quieres expresar.
P. Entonces sí que tenemos que ser conscientes de que adaptar e lenguaje puede crear limitaciones.
R. Es que todo depende del momento y el lugar.
P. Una pregunta actual, ¿móviles en el aula sí o no?
R. Los móviles, como todo, son un instrumento. Lo que sí es curioso es que trabajadores de las mayores empresas tecnológicas manden a sus hijos a centros donde no hay tecnología digital. Tal vez ellos saben más cosas que el resto de los efectos que provocan.
«Los móviles no son ni buenos ni malos»
P. Entonces, a pesar de divulgar en la red, móviles en el aula no.
R. Depende, es que los móviles no son ni buenos ni malos. Depende de lo que queramos hacer con él. Sí que es cierto que, en edades tempranas, según los estudios, no están haciendo demasiado bien.
P. Por último, ¿se debe seguir estudiando los clásicos o ya están desfasados?
R. Yo creo que sí, si son clásicos es porque pueden hablar igual a una persona del siglo XVIII que a una del Siglo XXI. Tienen algo que es muy básico dentro de las emociones humanas, la forma de entender el mundo puede resultar cercana a diferentes épocas y culturas.
P. ¿Cómo podríamos acercar estos clásicos a los más jóvenes?
Alberto Bustos. Creo que los clásicos tienen su lugar en la educación actual. Les haríamos un flaco favor si dejamos de introducirlo, si hace falta adaptar el lenguaje se adapta, si hace falta escucharlos y no leerlos se hace. Son historias que están vivas y han hablado a generaciones y generaciones de seres humanos, ¿por qué van a dejarlo de hacerlo ahora?
No son cambios sociales son cambios que los socialcomunistas quieren imponer a la sociedad.
Se reunen cuatro progres y 3 comunistas y deciden que es muy guay inventar palabros y que la sociedad debe seguirles como borregos porque ellos lo valen.
Pues no, es la sociedad en su conjunto la que determina la evolución del idioma.
Segun el, los varones, heterosexuales, de clase media alta y de avanzada edad, mejor que se callen, la dicturadura que quieren imponer les esta quedando preciosa.
O sea, misándrico, heterófobo, clasista, gerontófobo… vamos, una maravilla de ideales y de hombre.
Los miembros de la RAE según él sólo pueden ser mujeres, homosexuales, de clase media baja y jóvenes. X-DDD