Entrevistamos a Aaron Asencio @aaronasenciofer, una maestro de Primaria que dedica parte de su tiempo a compartir recursos en redes sociales.
Desde hace unos años ayuda a sus estudiantes mediante vídeos de YouTube, con los que aplica la clase invertida. Ellos lo visualizan en casa y luego trabajan estos recursos en el aula. ¿Son esto deberes? ¿Qué opina Aaron sobre el mundo educativo? ¿Tienen los docentes las suficientes competencias digitales? Estas y otras preguntas serán respondidas en detalle. ¡No te las pierdas!
Entrevista a Aaron Asencio:
P. Gran divulgador en redes. ¿Cómo empezó todo? ¿Qué te llevó a compartir?
Aaron Asencio. Comencé hace unos 6 años, cuando empecé a trabajar como docente con mucha ganas y energía. Me di cuenta al empezar en el aula que todo era muy monótono y no veía que mi alumnado se implicara en su propia educación. No sabía como conectar con ellos y sentía como yo mismo iba perdiendo la ilusión.
En ese momento, conocí a dos profesores de mi centro que trabajaban de forma cooperativa. Ellos me abrieron sus puertas y gracias a su experiencia me abrí las cuentas en redes sociales para ver qué hacían otros compañeros. Sin llegar a saberlo, fue ahí cuando empecé a utilizar el método Flipped Classroom. Además, cuando descubrí la gamificación sentí que mis estudiantes estaban mucho más motivados en mis clases.
Cada aula es diferente, pero lo mejor de las redes es ver las ideas de otros compañeros para adaptarlas a tus necesidades. Un maestro tiene que compartir lo que hace y abrir las puertas de su aula al resto de la comunidad. Cada día aprendemos algo nuevo en esta profesión, debemos compartir y aprender de nuestras experiencias.
«Un maestro tiene que compartir lo que hace y abrir las puertas de su aula al resto de la comunidad.»
P. Eres maestro de Primaria. ¿Crees que la sociedad valora este trabajo?
Aaron Asencio. Quiero pensar que sí, al menos las familias sí. Aunque en la educación ocurre como el fútbol, todo el mundo parece que sabe y al final los profesionales de la educación parece que seamos los que sepamos menos. Eso idea sobrevuela, sobre todo en los medios de comunicación que suelen cuestionarnos mucho sin conocer realmente como se trabaja en las aulas.
Me gustaría que los políticos valorasen más a los docentes. Nos deberían dar el valor que merece poder enseñar. Los valores y habilidades que damos a los estudiantes es el futuro de nuestra sociedad, somos un pilar fundamental.
«Me gustaría que los políticos valorasen más a los docentes.»
P. Utilizas la metodología Flipped Classroom (la clase invertida) en tus clases). Algunos críticos opinan que este método es igual que mandar deberes. ¿Es esto cierto?
R. Este modelo implica mandar deberes, no podemos decir que no lo son porque estaríamos mintiendo. La diferencia es que son deberes efectivos, no son largos y aportan mucha información a los profesores. En este caso hay que ver una imagen o un vídeo con ciertas evidencias para que el docente sepa que el alumno lo ha visualizado, por ejemplo a través de un formulario. Gracias a esto se puede atender de forma más personalizada.
La información que obtenemos es muy valiosa. Luego se trabaja en el aula estos contenidos y se modulan en función de las necesidades del alumnado. Además, este modelo funciona muy bien para trabajar de forma cooperativa en el aula.
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P. En tus vídeos también ofreces formación al profesorado, especialmente en aspectos tecnológicos. ¿Tiene el claustro docente las Competencias Digitales suficientes?
Aaron Asencio. Sí, creo que cada vez más utilizamos las tecnologías digitales para ayudarnos en nuestra práctica en el aula. La tecnología no es imprescindible, el docente sí. Hay algunas herramientas que nos ayudan mucho, sobre todo después del confinamiento nos hemos puesto las pilas respecto a mejorar nuestras competencias digitales.
Repito, la tecnología no es imprescindible, pero sí una ayuda.
«La tecnología no es imprescindible, el docente sí.»
P. En los tiempos que corren, ¿crees que la digitalización ha sido una de las tareas pendientes en esta pandemia?
R. Lo que más se ha visto es la brecha digital entre el propio alumnado. Esta pandemia nos ha abierto los ojos al ver que no todos los estudiantes tienen los mismos recursos digitales en sus hogares.
La digitalización es una tarea pendiente, pero con cabeza. Hay muchos planes de integración, por ejemplo, la introducción de las pizarras digitales, que no han supuesto ninguna innovación.
Sí que creo que puede haber algunas mejoras. Por ejemplo, tiene que haber una conexión adecuada en todos los centros, algo que ha día de hoy no ocurre. Muchos docentes tenemos que aportar nuestros propios dispositivos porque los centros no ofrecen recursos actualizados. Al menos debería haber un ordenador para cada dos alumnos o algunos dispositivos más sencillos. Así podríamos enseñarle distintas herramientas, por ejemplo, algunas de software libre para que los alumnos y alumnas las conozcan.
P. Si nos disponemos a soñar, ¿cómo te gustaría que fuese la educación el día de mañana?
R. Debería ser una educación donde nadie se quedase atrás. Una educación inclusiva e integradora, sea cual sea el centro de estudios, tanto público como privado. Todos el alumnado debe tener las mismas oportunidades.
Es importante que los estudiantes sepan gestionar sus emociones, la inteligencia emocional. Se debería integrar materia medioambiental, algo fundamental en estos tiempos. Nuestro alumnado deben ser críticos, que sean capaces de valorar el bien común por encima del bien individual.
Mi escuela ideal también fomentaría las competencias digitales. Los estudiantes deberían tener capacidad de elección frente a las tecnologías. Por último, no me gustaría olvidar las pautas de alimentación y vida saludable.