Durante lo poco que llevamos de 2021, ya ha quedado demostrado lo difícil que está siendo este curso para el colectivo docente.
El confinamiento causado por la pandemia el año pasado, ha supuesto un punto de inflexión de enormes dimensiones para la enseñanza. Por eso, ABANCA y su Obra Social, Afundación, han adquirido un nivel aún mayor, si cabe, de compromiso con el entorno educativo.
La entidad ha desarrollado una interesante iniciativa durante enero de 2021, denominada “Mes de la educación”, donde se centra en identificar los retos educativos de futuro a los que deberán enfrentarse los docentes. Para ello, ha contado con la colaboración de algunos profesionales cuyo prestigio está más que contrastado. Por ejemplo, el pasado 19 de enero de 2021 se llevó a cabo un encuentro que podéis ver a través de este enlace (aquí) y que contó con la especialista en innovación educativa Clara Cordero como moderadora y con Lourdes Jiménez y Lluis Bonet como protagonistas.
Un niño aburrido es un talento dormido. Cada niño es el mejor de la clase en algo y nuestra misión es descubrir en qué. La escuela no puede apagar estrellas, debe hacer que brillen.
Lourdes Jiménez es maestra y autora de libros educativos y cuentos infantiles. Destaca por su uso del juego como herramienta pedagógica y por lo que ella denomina ApV: aprendizaje para la vida, hacer prácticos todos los contenidos teóricos para conseguir un aprendizaje significativo.
Lluis Bonet es profesor de Matemáticas en Secundaria y Bachillerato y colabora habitualmente en proyectos de innovación en las aulas. Altamente valorado por su esfuerzo en hacer más real, práctica y cercana su asignatura, así como en hacer sus clases más motivadoras.
Por si fuera poco, estamos hablando de los últimos docentes galardonados con el Premio EDUCA ABANCA en las categorías de Educación Primaria y Educación Secundaria y Bachillerato…
… ¿Qué ha supuesto en vuestra carrera este premio? ¿Cómo ha afectado a vuestro día a día?
Lourdes
En mi caso, este premio ha supuesto un empujón de motivación para seguir trabajando en la misma línea y para continuar apostando por la escuela del cambio, donde haya un amplio abanico de tareas que permitan motivar al alumnado y descubrir sus talentos a la vez que conviven sus cientos de capacidades. El hecho de que la iniciativa para nominarnos a este premio parta del alumnado y sus familias es una satisfacción enorme, puesto que es una forma de decirnos que algo estamos haciendo bien y que debemos seguir despeinando el sistema y poniendo patas arriba el colegio.
Este galardón es una responsabilidad tremenda también porque significa que somos, de algún modo, referentes en el ámbito educativo. Por lo tanto, si antes nos exigíamos formación, reciclaje y autoevaluación a diario, ahora aún más. Ser docente es estar en continuo aprendizaje porque no hay recetas que sirvan para todos los niños, sino que cada año es una nueva aventura. El premio nos ha permitido conocer y aprender de grandes docentes y, al mismo tiempo, nos ha dado la posibilidad de participar en webinars, charlas, conferencias y jornadas educativas muy enriquecedoras, tanto nacionales como internacionales, dando mayor visibilidad al colectivo docente y permitiéndonos mostrar lo que hacemos en nuestras aulas y aprender de grandes profesionales de la educación.
Lluis
Este premio ha sido una gran alegría a nivel personal y familiar, una inmensa satisfacción para mi alumnado y sus familias y un importante reconocimiento para todas las compañeras y compañeros con los que cada día comparto ideas, proyectos, ilusión y vocación por la enseñanza de las matemáticas y por el trabajo como docentes en general.
Pero la vida continúa y hay que seguir con la misma energía, ilusión y positividad cada vez que se entra al aula. Ahora con mucho más trabajo si cabe porque este reconocimiento ha tenido mucha repercusión. Por una parte, atender a los medios ha posibilitado hablar de educación y dar visibilidad a las matemáticas mostrando su cara más aplicada, agradable e incluso divertida.
Por otro lado, participar en acciones formativas, encuentros y jornadas, me ha permitido exponer las ideas y proyectos que llevo a cabo como muestra de buenas prácticas en el aula, contando incluso con la participación de mi alumnado.
Habéis comenzado el año con fuerza, ¿notáis esa misma energía y optimismo entre vuestros colegas de profesión? ¿qué emoción diríais que predomina en este comienzo de 2021 entre los docentes?
Lluis
Los docentes somos un colectivo muy grande y diverso, así que pienso que encontramos de todo un poco. Es cierto que hay miedos e incertidumbre, pero yo prefiero reconocer a ese amplio grupo de docentes valientes que a pesar de todas las dificultades seguimos manteniendo esa pasión por nuestro trabajo y transmitiendo ilusión cada día. En estos momentos de dificultad se precisa más si cabe, de nuestra labor y compromiso con la sociedad en general y con nuestro alumnado en particular.
Prefiero apostar junto a mis compañeras y compañeros por implementar en nuestras aulas nuevas ideas y proyectos, hacer uso de la tecnología y llevar a cabo cambios metodológicos que contagien a nuestro alumnado la energía positiva que les permita seguir con su formación y aprendizaje con la máxima normalidad posible, incluso cuando lo hacen desde casa con estos modelos de semipresencialidad que tenemos ahora en muchos centros educativos.
Pienso que es la mejor manera de afrontar esta complicada situación y de proporcionar cierta tranquilidad generando un espacio organizado de relación presencial y online y un entorno de trabajo que permita seguir todos juntos con los aprendizajes e intentando así que nadie quede atrás.
Lourdes
En mi opinión, el colectivo docente lleva desde marzo dando la cara y ofreciendo su mejor versión, en la mayoría de los casos. Vimos cómo, de un día para otro, la escuela cambió su modo de enseñar, pasando de un sistema presencial a uno virtual, sin antecedentes ni referencias previas. Los maestros tuvimos que improvisar y formarnos en un tiempo record, siendo capaces de mantener la escuela a pesar de la distancia, empatizando con cada circunstancia y situación familiar, demostrando que el colegio no es un recinto, sino que está en cualquier rincón donde se produce un aprendizaje y un intercambio emocional.
Pusimos a disposición de nuestro alumnado nuestras redes sociales, nuestros teléfonos personales, nuestros recursos digitales y nuestro tiempo completo para poder salvar la brecha digital, social, afectiva y atencional.
Me preguntas que, si noto energía entre mis compañeros, yo diría que nunca dejé de notarla. Hemos estado unidos durante todo este tiempo: familias y docentes, con más energía que nunca. Llegamos al fin de este primer trimestre tremendamente agotados, arrastrando desde marzo un cansancio muy grande: físico, emocional y laboral, pero hemos descansado y volvemos con optimismo y ganas de crear proyectos nuevos y de vivir una nueva normalidad.
Les agradezco a mis compañeros la gran lección que han dado, demostrando que ser docente va más allá de una jornada laboral. Ser docente es ser capaz de atender al alumnado de forma emocional, afectiva, empática, alegre… especialmente en el curso pasado y en este curso que empezábamos en septiembre. Seguimos teniendo incertidumbre por el futuro, pero aguardamos con gran entusiasmo el hecho de poder abrazar a nuestro alumnado, algo que sí echamos mucho en falta porque la escuela es contacto y, aunque hemos aprendido a tenerlo con las miradas, nos falta poder tocarnos.
Precisamente, la gestión emocional ha sido protagonista en las aulas desde el comienzo de este curso marcado por la incertidumbre. Lourdes, tú defendías la semana pasada en Afundación TV, que las emociones serán clave en el futuro personal y profesional del alumnado ¿por qué?
Lourdes
Las emociones son importantísimas en la vida, para el desarrollo personal, social y laboral. Aprender a conocerlas y gestionarlas es algo necesario. Los niños piden poco, quieren jugar y recibir afecto. Si somos capaces de programar nuestras clases con situaciones que les permitan jugar, trabajar en equipo, manipular y poner en práctica lo aprendido, ellos son felices.
Si además somos cariñosos, nos preocupamos por sus emociones, sabemos cuando necesitan un abrazo o una frase de aliento, ellos te devuelven todo eso multiplicado por mil. La infancia es la etapa más importante de la vida, en ella se comienza a experimentar y descubrir todo, también las emociones. Por esto, pienso que debemos cuidarlas mucho porque de la inteligencia emocional que tenga una persona, dependerá también su desarrollo personal, laboral, afectivo, cognitivo, comunicativo y social. El hecho de aprender a respetar las ideas de los demás, a trabajar valorando el esfuerzo de los compañeros, a preocuparse por sus sentimientos, por cómo se encuentran… les va a permitir saber desempeñar profesiones en las que deban trabajar en equipo para lograr objetivos comunes, les va a ayudar a ser más tolerantes, a aceptar lo diverso, a ser inclusivos de verdad. Y, sobre todo, no podemos dar clase sin preocuparnos por el estado de ánimo de nuestros niños porque ese estado de ánimo también incide en su aprendizaje, en su atención y motivación. Formar ciudadanos y profesionales con una inteligencia emocional muy desarrollada es, sin duda, el primer paso hacia la verdadera innovación. Además, la gestión emocional es muy importante para que los docentes puedan conectar de una manera más orgánica con su alumnado.
No prestéis atención únicamente a los alborotadores. Fijémonos también en los niños que intentan pasar desapercibidos, en silencio. Ese silencio habla tanto como el ruido.
Por otro lado, en ese interesante debate que mantuvisteis, Lluis, tú defendías la importancia de un aprendizaje significativo de las asignaturas de ciencias, ¿por qué crees que resultan tan relevantes estas asignaturas?
Lluis
El alumnado aprende en el aula muchas herramientas que en general después no sabe gestionar en la resolución de problemas o situaciones reales diversas de la vida cotidiana. La formación del alumnado no puede ser ajena a problemas actuales como la sostenibilidad de nuestro planeta o no contemplar el uso y aprendizaje de las nuevas tecnologías que pueden condicionar su futuro no muy lejano.
De ahí que sea importante encontrar contextos que puedan resultar conocidos o cercanos, que despierten interés y curiosidad para que ese atractivo genere motivación y conlleve el aprendizaje significativo de nuestras asignaturas en general.
En Secundaria y Bachillerato nos cuesta mucho al profesorado alcanzar unos niveles mínimos de coordinación, pero las matemáticas, las ciencias y el resto de las materias en general no pueden permanecer inconexas y crear en nuestro alumnado la sensación de que cada asignatura es una isla.
Ideas y proyectos como los que se proponen en el programa educativo Segura-Mente a través de ABANCA, descubren interconexiones entre las diferentes áreas y son fundamentales para generar conocimiento y desterrar estereotipos como “esto no sirve para nada” o “esto no lo voy a utilizar en mi vida”.
A través de las tareas en grupo y el trabajo de equipo, el alumnado descubre la importancia de aportar cada uno sus ideas, de contribuir con «su fuerte», de sentir que su aportación es importante, de que cada uno puede enriquecerse de las virtudes de las compañeras y compañeros y que finalmente se puede lograr un gran trabajo colectivo a través de las pequeñas contribuciones individuales.
Otro aspecto muy positivo que destacar es ver cómo este tipo de proyectos deja un importante espacio para la creatividad del alumnado que como docentes podemos no solamente descubrir, sino que además debemos potenciar y contribuir con nuestras orientaciones a su desarrollo.
A partir de estas premisas, ¿os atreveríais a proponer una fórmula que permita a los docentes afrontar con confianza la enseñanza en este 2021?
Lourdes
Pienso que en la escuela no hay fórmulas universales. Yo diría que cada docente, empatizando con su alumnado y aterrizando con su realidad escolar y sus circunstancias propias, deberá confiar en sus estrategias pedagógicas, programar y planificar teniendo en cuenta la volatilidad, incertidumbre, complejidad y ambigüedad del curso escolar que estamos viviendo.
Cada maestro, desde sus pasiones (la música, el teatro o el deporte), será capaz de captar la atención de su alumnado y conseguir transmitirles emociones, contenidos y motivación, logrando un aprendizaje significativo. Que estemos atravesando un curso complicado y diferente, no quiere decir que no podamos seguir apostando en el trabajo por proyectos, la gamificación o el aprendizaje servicio.
Cumpliendo las medidas de higiene, desinfección, ventilación, etc. se pueden realizar infinidad de tareas divertidas. Ese es uno de los grandes retos para este año académico en el que los docentes están haciendo uso de su infinita creatividad.
Yo, que pienso que el aprendizaje debe servir para la vida real, creo que este es un año excepcional para hacerles ver a nuestros niños y niñas que la escuela se debe adaptar a las vicisitudes de la vida real. Trabajar con tareas para la vida en las que el alumnado tenga que aplicar los contenidos que aprende para resolver situaciones reales, sabiendo utilizar los saberes. Esto implica cocinar en clase, implicarse en proyectos solidarios, cultivar un huerto, cuidar de animales o manejar las nuevas tecnologías con soltura y eficacia. De hecho, este año es estupendo para poder potenciar la competencia digital, enseñando al alumnado a manejar aplicaciones, plataformas… que le permitan poder estudiar, buscar información, consultar dudas, investigar o entregar tareas de forma virtual.
Debemos pensar que todo lo que enseñemos en clase debe servirles para enfrentarse a la sociedad, independientemente de si van o no a la universidad, de si continúan o no estudiando o formándose. Después de todo, todos nuestros alumnos deberán saber interpretar una factura, echar un currículum o hablar en público. Sabemos que tenemos clases diversas, que cada niño aprende de un modo y en un tiempo diferentes. Por lo tanto, planifiquemos nuestras clases ofreciendo variedad de tareas que permitan descubrir el talento de cada alumno y potenciar sus capacidades al tiempo que se divierten y aprenden a convivir con sus iguales.
Lluis
La situación actual ha puesto de manifiesto muchas de las carencias y debilidades de la sociedad actual y de nuestro sistema educativo en particular, infravalorado y encorsetado por el miedo al cambio.
Hace años que están sobre la mesa las peticiones para un nuevo modelo de enseñanza-aprendizaje más acorde con los nuevos tiempos y es justo ahora cuando descubrimos la gran capacidad de adaptación de nuestros jóvenes.
El ADN de cualquier docente debe contener la premisa de no dejar nunca de aprender para poder adaptarse a las diferentes situaciones con las que se puede encontrar en el aula y para poder ofrecer siempre al alumnado lo mejor.
Entiendo que de esta manera en nuestros centros educativos estaremos formando ciudadanos que conocen mejor la realidad y los problemas que les rodean, que se adaptan y tienen la capacidad de ser críticos con aquello que sucede en su entorno y que están preparados para encontrar soluciones originales, creativas y diferentes ante las situaciones cambiantes que nos rodean.
¿Por qué recomendaríais a vuestros colegas de profesión jugar en el aula a Segura-Mente?
Lourdes
Recomiendo a mis compañeros que se inscriban a Segura-Mente porque es un proyecto que aterriza con la realidad, permitiendo aplicar conceptos matemáticos aportando casos prácticos que el alumnado puede encontrarse en su vida real.
Lo más importante es que presenta problemas reales de forma atractiva y divertida para el alumnado, permitiéndole conectar contenidos con diversión y desarrollando la competencia digital; la tecnología al servicio de la persona.
Trabajar la educación financiera, planteada de forma lúdica, desde edades tempranas, tiene una influencia positiva. Además, tal y como se especifica en el Real Decreto 126/2014, la educación financiera forma parte del currículo escolar de Primaria, contemplada dentro del área de Ciencias Sociales, en el Bloque 3, Vivir en sociedad.
A los niños les resulta muy curioso incluir un storytelling basado en lo cotidiano, como es emprender un viaje junto al resto de compañeros de clase. Un viaje que, incluso, se puede materializar y vivenciar, de forma presencial, en un futuro.
Al igual que desde la infancia se comienzan a construir todos los aprendizajes, también debe tenerse en cuenta la educación financiera. Hoy en día es habitual ver adultos que presentan lagunas a la hora de echar la declaración de la renta o rellenar una beca escolar. La escuela debe fomentar el aprendizaje para la vida, teniendo en cuenta la comprensión de textos continuos y discontinuos, literal, valorativa, inferencial y lógico matemática. Sin duda, la formación financiera es necesaria y útil para la vida real de cualquier persona.
Lluis
Hacer un viaje es una actividad siempre apasionante porque incluye por una parte connotaciones como el descubrir, la sorpresa, la gestión de los imprevistos, etc. y por otra parte aspectos de la cultura, la gastronomía, las lenguas, la economía, etc.
Viajar es una actividad que realizamos en familia, pero también en grupo cuando estamos en nuestros centros educativos (como el viaje de fin de estudios o actividades extraescolares) organizada la mayoría de las veces por madres/padres o profesorado. Pero … ¿por qué no implicar a nuestro alumnado en la gestión de un viaje para que pueda descubrir todo lo que ello puede implicar? Tal vez sea interesante recordar aquellas palabras de B. Franklin: “Cuéntamelo y lo olvidaré. Enséñamelo y quizás, lo recordaré. Hazme partícipe y lo aprenderé.”
Los aprendizajes adquiridos salen del aula convencional y se ponen al servicio del alumnado para ser implementados en acciones reales que resultan motivadoras y que potencian sus capacidades y habilidades. Participar en este tipo de proyectos les permite adquirir un alto grado de protagonismo y de responsabilidad a la hora de tomar decisiones individuales o bien de aprender a consensuarlas en equipo.
Lo más impactante será descubrir nosotros mismos, el profesorado, todo aquello de lo que son capaces nuestras alumnas/os, sus capacidades digitales, sus capacidades lingüísticas y sus habilidades imaginativas y creativas.
Para todos aquellos docentes dispuestos a explorar nuevas fórmulas de desarrollo de conocimientos para el alumnado, ABANCA y su Obra Social, Afundación os invitan a conocer más de su programa Segura-Mente y todos sus recursos para el aula.
Segura-Mente es un programa de educación financiera, completamente alineado al currículo escolar tanto de Primaria, como Secundaria y Formación Profesional, basado en metodologías innovadoras y gamificación, para desarrollar un aprendizaje significativo para la vida, acerca de la cultura de la prevención, el emprendimiento o el trabajo de los ODS en el aula.
Para obtener más información sobre SeguraMente:
Puedes ponerte en contacto en: 900 670 689 (De 9:00h a 14:00h)
O bien, enviando un correo electrónico a: info@programaseguramenteabanca.com
Si deseas ver de nuevo nuestro webinar, puedes hacerlo en este enlace: Aquí
¡Recuerda! ¡Este 2021 viene cargado de noticias educativas!
¿Tienes en marcha una experiencia innovadora en tu aula este 2021?
Si quieres contarnos tu experiencia y que esta sea conocida por el resto de la comunidad educativa te abrimos este espacio para ti. Ponte en contacto con nosotros.
0 comments on “Los retos educativos de 2021: charlando con Lourdes Jiménez y Lluis Bonet”