En esta segunda reseña he querido destacar el libro La Fórmula Preferida del Profesor, de la escritora Yoko Ogawa, auténtica fenómeno de ventas en su país de origen (Japón) con más de un millón de ejemplares vendidos que le han otorgado fama internacional y numerosos reconocimientos (el premio Yomiuri, el de las Librerías Japonesas y el de la Sociedad Nacional de Matemáticas).

Bajo el recelo personal de no leer novelas de autores vivos, manías de un adicto a los autores realistas, la obra de Ogawa cayó en mis manos fruto de una conversación  con una conocida, quien me aseguró que esta historia había conseguido que las matemáticas le parecieran interesantes.

Así, dudoso, afectado por los prejuicios y las expectativas que supone una recomendación, comencé la lectura ágil de sus páginas introduciéndome paulatinamente en una historia de vida humana que transporta a lo esencial de las cosas simples.

“-El orden de los números, precisamente porque no sirve para la vida real, es hermoso.”

De esta manera, la Fórmula Preferida del Profesor se centra en la vida de una madre soltera y su hijo de 10 años. Ella trabaja como asistenta en la casa de un sexagenario con problemas de memoria (sólo retiene los últimos 80 minutos) debido a un accidente de coche. Un relato que inspira la ternura y la necesidad de diálogo en un mundo complejo donde las matemáticas se presentan como una metáfora de vida e hilo conductor que une a unos personajes que el olvido se encarga de borrar.

Quizás te interese…

“-La verdad eterna que no se deja influir ni por las matemáticas, ni por los fenómenos naturales, ni por los sentimientos, no puede verse con los ojos. Las matemáticas pueden esclarecerla y expresarla. Nadie puede impedirlo.”

Cuento para todos los públicos, lectura amena y sencilla, destaca por la ilusión que inspira hacia las matemáticas siendo para los personajes no sólo un punto de encuentro, también para el lector una manera interesante y fácil de curiosear en el lenguaje de los números.

“-Conoces los números triangulares? -preguntó el profesor, señalando con el dedo el triángulo que indica peligro de radiación, colocado en la puerta de la sala de radiografías.”

Como resultado, aún estando acostumbrado a las operaciones, la lectura deja una resaca sana recordando a Root (es el nombre del hijo) y a su madre descifrando problemas que en el día a día no podemos imaginar.

Miguel Ángel Ruiz Domínguez

Autor: Yoko Ogawa
Título: La fórmula preferida del profesor
Editorial: Funambulista
Precio aproximado: 16e (puedes adquirirlo en La Casa del Libro o La Central )

Lecturas recomendadas: